Para nadie es nuevo que Rusia ha visto sanciones globales en varias partes de su economía siendo la de los electrónicos una de ellas, pues la empresa Baikal Electronics es incapaz de suministrar los chips necesarios para cubrir las necesidades del país y teniendo bloqueados los suministros de otros fabricantes se enfrenta a un claro estancamiento
Baikal Electronics, uno de los principales desarrolladores de procesadores de Rusia ha estado luchando tras las sanciones impuestas por los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido después de la invasión de Ucrania por parte de dicho país en febrero de 2022. Hasta entonces la empresa encargaba la producción de chips, incluido su empaquetado a la gigante del silicio TSMC.
Este fabricante de chips con sede en Taiwán dejó de enviar procesadores ese año debido a las sanciones, estas también bloquearon a la empresa rusa la licencia de la tecnología ARM. Baikal, que cambió de la arquitectura instrucciones MIPS de la serie Baikal-T a ARM hace años, utilizaba la tecnología en sus chips de las series Baikal-M, -S y -L.
Estas restricciones obligaron a la empresa a recurrir a la producción interna de silicio empaquetado y revisado. El medio de comunicación empresarial ruso Vedomosti reveló recientemente que aproximadamente la mitad de los procesadores empaquetados en Rusia son defectuosos, siendo esto un gran problema y una gran desventaja tecnología de cara al avance mundial, según una fuente le dijo al periódico que las fallas se deben a que los equipos no están configurados correctamente y por la falta de talento humano sobre todo técnicos adecuadamente capacitados para el empaquetado de chips.
La empresa rusa planea expandir sus socios de empaquetado en el país, uniéndose a Milandra y Mikron en Zelenograd. Sin embargo no hay fabricantes de chips contratados en el país que puedan procesar obleas en tecnologías de fabricación de clase de 28nm.
En 2022, el gobierno ruso anunció un plan para lograr ser independiente de la tecnología occidental mediante una inversión masiva en desarrollo, fabricación y capacitación de personal de chips nacionales. Rusia en su tiempo dijo que invertiría $38.3 mil millones para construir la industria local de microelectrónica y $5 mil millones para desarrollar nodos de fabricación más nuevos y aumentar la producción. Para 2030, el objetivo del país es fabricar chips utilizando una tecnología de proceso de 28nm, algo que TSMC hizo en 13 años atrás en 2011.
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Fuente: Techspot
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